Desde la llegada de los primeros ciudadanos suizos a las australes tierras chilenas, el sello más relevante que ha marcado la relación entre ambos países ha sido la gran voluntad de cooperación y la considerable inversión, en diferentes aspectos, que nuestro país ha realizado en Chile.
Prueba de ello son algunas cifras significativas, como el stock de inversión directa, que actualmente alcanza los US$3.029 millones. Una cifra que, durante los últimos años, ha ido en aumento constante y que en 2016 creció en un 30% con respecto al año anterior.
Esto sitúa a Suiza como el décimo inversionista más importante en Chile a nivel mundial, posicionándola por delante de países como Francia o México, lo cual constituye un hecho remarcable, considerando su reducido tamaño geográfico. Por otra parte, cabe destacar que actualmente las empresas de origen suizo generan más de 30.000 empleos de calidad en Chile, lo que representa una importante contribución al desarrollo del país.
Por último, pero no menos importante, en 2017 hemos alcanzado alrededor de US$800 millones de intercambio comercial entre ambos países. En este contexto, hitos como el Tratado de Libre Comercio con la European Free Trade Association (EFTA) o el Acuerdo Bilateral sobre la Doble Tributación, han sido un gran y positivo impacto para promover las inversiones y el comercio bilateral.
De este modo, la relación entre nuestros países se ha tornado cada vez más estrecha y se ha delineado en el trabajo conjunto, para fortalecer no sólo las relaciones económicas, sino también la cooperación en áreas como la innovación científica, el medioambiente y las energías renovables, que son también temas prioritarios de nuestra política nacional.
Sin embargo, lo anterior no es sino una muestra, ya que por delante aún nos queda mucho camino en común por recorrer. Las largas y amigables relaciones y valores comunes como la democracia, el respeto de los derechos humanos, la economía de mercado y el desarrollo sostenible, forman una base sólida para continuar desarrollando un trabajo conjunto. Es por eso que seguiremos trabajando con el objetivo de sacar provecho del gran potencial económico de Chile y Suiza, y así crear un mejor escenario para ambos, contribuyendo, en definitiva, a la construcción de un futuro más sustentable para nuestras futuras generaciones.
