El objetivo principal del Grupo del Banco Africano de Desarrollo (BAfD) es impulsar el desarrollo económico sostenible y el progreso social en sus países miembros regionales para contribuir así a la reducción de la pobreza. A tal efecto, el Banco moviliza y asigna recursos para la inversión (especialmente en infraestructura) y presta asistencia técnica y asesoramiento sobre políticas para apoyar los esfuerzos de desarrollo. Siendo una organización africana, el BAfD tiene una ventaja comparativa en el diálogo sobre políticas con los gobiernos africanos y se considera a sí mismo un motor para el progreso económico y la integración, pues el sentido de identificación y la confianza de los gobiernos africanos es bastante fuerte. El Grupo del Banco Africano de Desarrollo engloba tres instituciones diferentes bajo una sola gestión: el Banco Africano de Desarrollo (BAfD) y dos ventanillas concesionales: el Fondo Africano de Desarrollo (FAfD) y el Fondo Fiduciario de Nigeria (FFN). Suiza apoya al BAfD desde su fundación en 1972 y es miembro desde 1982.

El Fondo Africano de Desarrollo (FAfD) es el instrumento del BAfD que apoya a los países menos avanzados de África (actualmente 38) en su desarrollo socioeconómico sostenible y en la reducción de la pobreza. Se centra en cinco prioridades en los ámbitos de la energía, la agricultura, la industrialización, la integración africana y la mejora de la calidad de vida de los africanos. Presta además asistencia técnica y fomenta el desarrollo de nuevas competencias y de know-how. Desde 2008, el FAfD suministra fondos asignados a países frágiles y a la ejecución de proyectos regionales.

Temas

La actual estrategia decenal del BAfD y el FAfD (2013-2022) define dos objetivos principales: un crecimiento más inclusivo y verde para reducir la pobreza y aumentar la sostenibilidad ambiental del desarrollo económico. Para ello se han establecido cinco prioridades operativas:

  1. Aumentar significativamente la inversión en infraestructura
  2. Promover la integración económica regional 
  3. Facilitar las inversiones en el sector privado y apoyar la iniciativa empresarial 
  4. Mejorar la administración pública
  5. Promover la cualificación de los trabajadores, en particular mejorando la formación de los jóvenes.

Resultados en la promoción del sector privado

Apoyar a las pequeñas empresas y la iniciativa empresarial es un enfoque eficaz para combatir la pobreza y lograr un crecimiento inclusivo. Entre 2011 y 2018, el BAfD y el FAfD apoyaron a 900.000 microempresas con servicios financieros.

Compromiso de Suiza

Prioridades 

Su participación en los dos órganos directivos (Consejo de Gobernadores y Consejo de Administración), permite a Suiza monitorear e influir en los esfuerzos del banco por implementar su estrategia de lucha contra la pobreza con medidas concretas y resultados mensurables. Entre otras cosas, Suiza se afana para que el Banco ejerza un mayor control sobre los programas que apoya y preste mayor atención al aseguramiento de la calidad.

Suiza, Alemania y Portugal, que conforman el mismo grupo de voto, colaboran estrechamente y han definido una serie de objetivos comunes. Suiza ocupó el puesto de Director Ejecutivo del grupo de voto de 2017 hasta 2020, año en que fue asumido por Alemania, mientras que una suiza desempeña actualmente el cargo de Consejera Superior.

Suiza se centra particularmente en los siguientes temas:

  • cambio climático y energías renovables 
  • desarrollo del sector privado 
  • igualdad de género 
  • fragilidad y construcción de la resiliencia 
  • calidad y sostenibilidad de las operaciones del BAfD

Centrándose en estos temas, Suiza destaca sus competencias. Eso aumenta su influencia y le permite contribuir a mejorar la transparencia y mensurabilidad de las actividades del BAfD/FAfD.

Resultados en igualdad de género

Suiza comentó una evaluación de la dimensión de género en los proyectos del BAfD y contribuyó con ello activamente a la elaboración de la nueva estrategia de género del BAfD (2021-2025).

Desafíos

El BAfD y el FAfD se esfuerzan por incrementar el impacto de su acción aumentando la eficiencia de sus proyectos y desarrollando sus recursos humanos. Además, el Banco mejora constantemente su orientación hacia la consecución de resultados de desarrollo. La crisis del COVID-19 ha puesto a prueba a todos los países miembros del Banco, y la mitigación de sus consecuencias va a ser un desafío para los años venideros. El Banco ha creado un fondo de urgencia de 10.000 millones de dólares.