Hacer posible que los huérfanos del SIDA puedan pensar en su futuro

Proyecto terminado

El África Austral detenta el triste récord de contar con el mayor número de niños huérfanos del mundo. Las condiciones de vida y el bienestar psicosocial de los niños de esta región se ven muy afectados no solo por el VIH y el SIDA, que diezman a generaciones enteras, sino también por los conflictos armados y la pobreza. Privaciones, abusos, matrimonios precoces y forzados, así como la carga que supone ocuparse de sus padres enfermos y de sus hermanos, forman parte de la vida cotidiana de estos niños. Desde el año 2002, una iniciativa regional de apoyo psicosocial les vuelve a dar confianza y seguridad.

Región/País Tema Período Presupuesto
Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC)
Salud
Educación
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Enfermedades de transmisión sexual inclusive el VIH/sida
Atención primaria de salud
Capacidades básicas para la vida
01.05.2012 - 31.12.2015
CHF  4’875’000

La iniciativa regional de apoyo psicosocial (REPSSI, por sus siglas en inglés) fue establecida por la COSUDE en colaboración con la Fundación Novartis para el Desarrollo Sostenible y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Inaugurado en 2002, el programa se encuentra actualmente en su cuarta fase, que abarca el período que va desde 2012 hasta finales de 2015. Durante esta fase se hará sobre todo hincapié en el apoyo a los gobiernos de esta región para que integren este aspecto en sus programas nacionales de reducción de la pobreza, así como en las políticas de salud y educación.

Inversión de papeles en la prestación de asistencia

ONUSIDA estimaba que en 2010 un tercio de los menores del África subsahariana iba a perder a por lo menos uno de sus padres a causa del SIDA. En millones de familias, ello ha llevado a una inversión de los papeles en cuanto se refiere a la asistencia: son los niños quienes deben cuidar de sus padres enfermos y satisfacer sus necesidades. Asimismo, los abuelos a veces se ven obligados a educar a sus nietos huérfanos.

El problema de los “huérfanos del SIDA” conlleva enormes dificultades sociales y psicológicas tanto para los individuos, como para las familias y las comunidades en su totalidad. Si bien se han llevado a cabo numerosos programas para responder a las necesidades físicas y materiales de los huérfanos y de los niños vulnerables, se ha prestado poca atención a sus necesidades psicosociales.

El bienestar social: un derecho para el niño y una ventaja para la comunidad

El programa REPSSI ha desarrollado conocimientos y herramientas para atenuar el impacto social y emocional del VIH y el SIDA, la pobreza y los conflictos. REPSSI apoya y forma a más de 100 organizaciones que se ocupan de niños y adolescentes en 13 países del África Austral (Angola, Botswana, Kenia, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Swazilandia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe).

El programa considera que el bienestar psicosocial constituye un derecho del niño. Los niños que tienen unabuena autoestima, que se afirman y actúan, están en mejores condiciones de ayudar a sus comunidades. El apoyo psicosocial aborda todas las facetas del bienestar del niño: su entorno inmediato, sus relaciones familiares y comunitarias, así como sus valores, sus esperanzas y sus sueños.

Entre las herramientas pedagógicas desarrolladas por REPSSI cabe destacar:

  • Hero Book: Se trata de una serie de cuentos autobiográficos concebida para ayudar a los niños y a los jóvenes a identificar los obstáculos que se encuentran en su camino y a superarlos.
  • Tree of life: El árbol de vida utiliza las distintas partes del árbol como metáforas de los diferentes aspectos de la vida. Facilita la conversación con los niños y les permite expresarse acerca del duelo y la pérdida, compartiendo al mismo tiempo historias de esperanza, valores y vínculos con quienes les rodean y con quienes han muerto.
  • Memory work: Se trata de un trabajo de memoria que se hace con las personas VIH positivas antes de que mueran, para ayudar a los niños a comprender su pasado y a tener menos miedo del futuro.

Desde 2002, el programa REPSSI ha obtenido resultados concretos:

  • 5 millones de niños tienen acceso a una atención psicosocial y se benefician de un acompañamiento de calidad; más de 500'000 enseñantes han sido formados.
  • Las necesidades psicológicas y sociales de los niños y de las familias vulnerables que viven con el VIH son ahora consideradas prioritarias por las organizaciones internacionales y por los programas regionales y nacionales.
  • 1400 personas han sido formadas para trabajar e interactuar con los niños y los jóvenes vulnerables a través del programa “Youth and Children Certificate” desarrollado en colaboración con UNICEF.
  • El apoyo psicosocial (PSS, por sus siglas en inglés) forma parte de los programas universitarios, de las escuelas de trabajo social y de la formación de enseñantes en varios países de la región.
  • Se han elaborado planes estratégicos nacionales y regionales en los ámbitos de la lucha contra el VIH y el SIDA, la reducción de la pobreza y la atención psicosocial.
  • Los conocimientos sobre el apoyo psicosocial (PSS, por sus siglas en inglés) se divulgan gracias a herramientas desarrolladas por REPSSI, algunas de las cuales han sido adaptadas a otras regiones del mundo.
  • Una evaluación realizada en las escuelas de Sudáfrica que utilizan el instrumento pedagógico Hero Book elaborado por REPSSI muestra que los enseñantes son más sensibles a los problemas psicosociales que afectan a sus alumnos.
  • Las diferentes herramientas desarrolladas en el marco de este programa han permitido poner de manifiesto la estigmatización relacionada con el SIDA.

Medir el impacto de REPPSI

Entre 2008 y 2011, el programa REPSSI llevó a cabo un estudio, en colaboración con la Academia Suiza para el Desarrollo, en las zonas rurales de Kafue, en Zambia, para medir la eficacia de los programas de apoyo psicosocial.

Este estudio analizó el impacto de las actividades de REPSSI en 900 niños de 4 comunidades diferentes. El análisis no solo se centró en los manuales pedagógicos elaborados, sino también en las acciones emprendidas, tales como la creación de un comité de huérfanos o aquellas destinadas a garantizar los medios de subsistencia para las comunidades que se ocupan de los niños. Gracias a los resultados de este estudio se podrán mejorar las modalidades de intervención.