Reconstrucción y rehabilitación

La fase de reconstrucción persigue el objetivo de restablecer las condiciones de vida de las poblaciones devastadas por una catástrofe. En este marco, los expertos humanitarios de la COSUDE ayudan a las víctimas a hacer frente a las repercusiones de la guerra o de un desastre natural aportándoles mejoras sostenibles en los sectores de la vivienda, las infraestructuras y los ingresos.

En el punto de mira de la COSUDE

La Ayuda humanitaria de la COSUDE posee una extensa y sólida experiencia en el ámbito de la reconstrucción y la rehabilitación. El esfuerzo de reconstrucción tras una catástrofe no solo se centra en los imperativos de reconstrucción material sino también en la rehabilitación social y económica de las poblaciones afectadas. Los proyectos abarcan, por una parte, la rehabilitación de edificios públicos (escuelas, hospitales, carreteras, puentes) y casas, así como el restablecimiento de los sistemas de suministro de agua. Por otra parte, y cuando la situación lo permite, la acción humanitaria pretende rehabilitar los circuitos económicos locales y garantizar la protección social de las víctimas con el objetivo de que, con el tiempo, lleguen a ser autosuficientes.

El enfoque de la Ayuda humanitaria de la COSUDE obedece a dos objetivos mayores: reforzar las competencias y capacidades de los beneficiarios de la ayuda e incluir este compromiso en una perspectiva de sostenibilidad. La fase de reconstrucción a menudo brinda la oportunidad de un compromiso conjunto entre la ayuda humanitaria y la cooperación al desarrollo.

Contexto

Por lo general, tras una catástrofe, el nivel de vida de una persona viene determinado por diferentes factores, tales como sus condiciones de vivienda, sus ingresos, su estado de salud y la calidad de su alimentación. Las condiciones de vida más vulnerables pueden mejorar sensiblemente una vez que se restablece el acceso a los recursos esenciales (agua, saneamiento e higiene, tierras cultivables, ganado), o también a las vías de comunicación. A su vez, la reactivación de actividades generadoras de ingresos establece las bases de una estabilidad social y política buscada.

Todo ello muestra la importancia de una planificación precisa y conforme a las necesidades identificadas sobre el terreno en el momento de lanzar una fase de rehabilitación. Llegados a este punto, la colaboración con las autoridades locales es indispensable para poder garantizar la sostenibilidad de la ayuda prestada.

Las actividades de reconstrucción precisan igualmente un gran esfuerzo de coordinación entre actores humanitarios y de desarrollo locales e internacionales.  Donantes y socios tratan de repartirse el trabajo con el fin de utilizar los recursos financieros disponibles de la manera más racional posible.