Bangladesh es un país densamente poblado con 165 millones de habitantes, de los que muchos se ganan la vida trabajando en la industria. En particular, el sector textil, con más de 5500 empresas y cuatro millones de empleados, está en pleno auge: en 2017 Bangladesh fue el segundo mayor exportador textil mundial después de China. La industria textil ha contribuido específicamente a reducir la pobreza –a pesar de que sale una y otra vez en los titulares debido a accidentes o a las malas condiciones de trabajo y producción.
Sin embargo, se carece de mano de obra cualificada: la mayor parte de la población, en su mayoría indigente, no tiene ningún tipo de formación. Aquí es donde interviene el proyecto «Sudokkho» (que en bengalí significa «bien formado»), financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y la agencia estatal de desarrollo británica UK Aid. Se encarga de llevarlo a efecto Palladium, organización de cooperación al desarrollo activa a nivel mundial, en colaboración con Swisscontact y el British Council. El objetivo del proyecto que se llevará a cabo de 2015 a 2019 es, como primer paso, proporcionar cursos de formación a 110 000 hombres y mujeres pobres en las industrias textil y de la construcción. De este modo, tendrán mejores perspectivas de encontrar un empleo cualificado como costureras, pintores o carpinteros y de aumentar sus ingresos.
Alcanzar el éxito gracias a la colaboración con el sector privado
«Sudokkho» impulsa la cooperación con el sector privado para alcanzar esta meta. Por un lado, el proyecto brinda apoyo a proveedores privados que ofrecen cursos de capacitación asequibles y de alta calidad para los destinatarios –en particular mujeres y grupos de población desfavorecidos. Por otro lado, se colabora con empresas de ambos sectores de alto crecimiento para efectuar cursos de formación internos. Al menos 35 empresas textiles –entre las que figuran muchas empresas proveedoras de renombradas marcas europeas– han comenzado ya a invertir en la formación sistemática de su personal.
El enfoque de «Sudokkho» parece funcionar, tal como demuestran los resultados alcanzados hasta ahora. Hasta el verano de 2017, un total de 10 005 personas que cursaron la formación impartida en el marco del proyecto encontraron un empleo. Entre ellas se encuentran 4486 costureras y 339 costureros, que realizaron los cursos internos en las empresas, y 5180 personas que completaron una formación impartida por proveedores privados (de las cuales 1736 son mujeres). Gracias a sus nuevos puestos de trabajo, pudieron generar ingresos suplementarios por un total de 4,26 millones de libras esterlinas.