Contexto
Las enfermedades cardiovasculares, los distintos tipos de cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas como la bronconeumopatía crónica o el asma, las enfermedades mentales y la diabetes forman parte de las llamadas enfermedades no transmisibles. Entre los principales factores de riesgo de estas enfermedades, figuran el tabaquismo, la vida sedentaria, el consumo excesivo de alcohol y una dieta desequilibrada.
Las enfermedades no transmisibles tienen causas de diversa índole, lo cual hace necesario un enfoque global que vaya más allá del sector de la salud y considere también los factores sociales, económicos y medioambientales que influyen en ella.
Las enfermedades no transmisibles ocasionan 41 millones de muertes cada año en el mundo y representan un 71% de todos los fallecimientos que se producen a nivel mundial. Un 85% de estas muertes ocurren en países de ingresos bajos y medios, por lo que las enfermedades no transmisibles no son un problema exclusivo de las sociedades del bienestar. A pesar de ello, solo se asigna un 2% de la financiación sanitaria mundial a estas enfermedades. Invertir en su prevención y control es esencial. Ello permitiría reducir en un tercio las muertes prematuras causadas por estas enfermedades, de conformidad con el objetivo 3.4 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y fomentar la cobertura sanitaria universal. Las cuatro enfermedades principales (la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las afecciones respiratorias) podrían reducirse considerablemente mediante la aplicación de medidas poco costosas de prevención y promoción de la salud, como el fomento del ejercicio y una dieta equilibrada, y un entorno menos nocivo para la salud.
Suiza, además de contar con valiosas experiencias y competencias en el ámbito de la salud, dispone de una industria farmacéutica reconocida mundialmente que ya ha establecido programas para fabricar medicamentos más baratos. La COSUDE promueve específicamente esta línea de acción con el sector privado.