Muchos conflictos violentos se producen más bien tras fases tranquilas o a menudo vuelven a surgir tras su finalización. Una de las formas de evitar la violencia recurrente es luchando contra las causas del conflicto y teniendo en cuenta los factores que intervienen en la construcción del Estado. De esa manera, los Estados pueden alcanzar mejor una buena gobernanza, el Estado de derecho y la protección de los derechos humanos y, por consiguiente, promover una resolución constructiva de los conflictos. Se habla también de resiliencia.
Evitar los conflictos violentos mediante la prevención
¿Qué es un conflicto violento?
Los conflictos no son solamente negativos, sino que también contribuyen a que una sociedad siga desarrollándose. El alemán, Norbert Ropers, investigador de la paz, define los conflictos como «Condiciones que acompañan irremediablemente a todo cambio social e incluso resultan necesarias para éste dentro de la convivencia en todas las sociedades» Además, escribe: «Son una expresión de tensiones y falta de consenso entre grupos distintos y mutuamente dependientes en cuanto a sus respectivos intereses, necesidades y valores».
El problema surge cuando los conflictos se resuelven recurriendo a la violencia. El objetivo de la prevención de la violencia es, pues, la resolución pacífica de los conflictos sociales y políticos. La promoción de sociedades pacíficas, justas e inclusivas contribuye a ese objetivo.
¿Qué es la prevención de la violencia?
La prevención de la violencia no consiste simplemente en evitar una crisis, sino también en luchar contra las causas de los conflictos e impedir el resurgimiento de la violencia.
Para alcanzar una paz sostenible, también se han de considerar los factores que intervienen en la construcción del Estado, es decir, reforzar el conjunto de las estructuras del Estado para que puedan resistir ante un posible conflicto. La buena gobernanza, el Estado de derecho, así como la protección de los derechos humanos son aspectos esenciales.
Contribución de la COSUDE a la reducción de conflictos violentos
Los agentes del desarrollo deben hacer más esfuerzos por acompañar los procesos para superar la fragilidad e instaurar el cambio a largo plazo, en particular, trabajando directamente en y sobre el conflicto, en lugar de planificando sus programas en torno a los conflictos. Además de adaptar los métodos de trabajo, ello requiere abordar tanto el conflicto como sus causas. A fin de romper el ciclo de la violencia y evitar una nueva escalada de conflictos, para la población es de suma importancia la restauración de la seguridad y del Estado de derecho. La COSUDE apoya principalmente a la sociedad civil, así como la creación de administraciones locales y promueve procesos decisorios participativos. En este contexto, hay dos conceptos que desempeñan un importante rol: la reforma del sector de la seguridad (RSS) y el tratamiento del pasado.
El concepto de RSS se ha implantado como parte integrante de la lucha contra la pobreza a raíz del informe «Un concepto más amplio de la libertad» (2005) de Kofi Annan, antiguo Secretario General de la ONU. Annan subrayó que el desarrollo y la seguridad están inextricablemente vinculados y son interdependientes. La RSS fomenta los siguientes objetivos:
- Creación de estructuras gubernamentales más eficaces, así como el fortalecimiento de controles y del deber de rendir cuentas en el sector de la seguridad.
- Mejorar y mantener el acceso a la seguridad y a la justicia.
- Desarrollo de liderazgo local y apropiación en el proceso de reforma.
Un ejemplo de un proyecto de la COSUDE en el ámbito de la seguridad es el apoyo a la reforma policial en Honduras, el país con mayor tasa de homicidios del mundo. Con el acercamiento de la misión de la policía a las necesidades de la ciudadanía y la instauración de un sistema de control interno y de sanciones, además del establecimiento de una autoridad independiente a cargo de las denuncias, la COSUDE contribuye a la lucha contra la impunidad y a mejorar la situación de seguridad en el país.
En el tratamiento del pasado, la COSUDE se apoya en los cuatro «principios de Joinet», del experto francés en derechos humanos Louis Joinet, que durante mucho tiempo trabajó para las Naciones Unidas. Louis Joinet elaboró los principios tras la guerra en la antigua Yugoslavia y el genocidio en Ruanda. Fueron aprobados en 1997 por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y se basan en los siguientes pilares:·
- El derecho de saber: las víctimas de violaciones de derechos humanos y la sociedad tienen derecho a saber qué pasó durante una guerra o conflicto armado. Para ello, a menudo se recurre a las comisiones de la verdad.
- El derecho a la justicia: las víctimas tienen derecho a que los autores de violaciones masivas de los derechos humanos sean perseguidos penalmente. En ello desempeñan un importante rol los tribunales nacionales, mixtos o internacionales.
- El derecho a la reparación: las víctimas tienen derecho a poder volver a la situación anterior a la violación de los derechos humanos (restitución). Si ello no es posible, deben ser por lo menos indemnizadas por el sufrimiento y la injusticia (compensación) y recibir atención médica (rehabilitación). A menudo, los Estados resuelven esa reparación pidiendo disculpas o erigiendo monumentos conmemorativos
- La garantía de no repetición de las violaciones: las víctimas tienen derecho a ser protegidas de violencias futuras. A menudo, este proceso comienza con la celebración de elecciones libres y justas, y tras ellas, se dan la desmovilización, el desarme y la reintegración de los rebeldes.
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